ELIMINA LOS PENSAMIENTOS DE SUICIDIO

El suicidio es una de las principales causas de muerte en el mundo, y afecta a personas de todas las edades, géneros y condiciones sociales. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se suicidan cerca de 800 000 personas, y muchas más lo intentan o lo piensan.

Los pensamientos suicidas pueden surgir cuando nos sentimos abrumados por el dolor, la desesperanza, el aislamiento o la desesperación.

Cuando tenemos pensamientos suicidas puede que nos parezca que no hay salida a nuestros problemas, que nadie nos comprende o nos apoya, o que nuestra vida no tiene sentido o valor.

Estos pensamientos son muy peligrosos y pueden llevarnos a tomar decisiones irreversibles que nos causarían un daño irreparable a nosotros y a nuestros seres queridos.

Sin embargo, hay formas de combatir los pensamientos suicidas y de recuperar el control de nuestra vida. Lo primero que debemos saber es que no estamos solos y que hay esperanza.

Existen recursos que pueden ayudar a superar esta situación y a encontrar motivos para seguir viviendo.

A continuación, te ofrezco algunos consejos que pueden serte de utilidad si tienes pensamientos suicidas.

Busca ayuda

Si tienes pensamientos suicidas, lo más importante es que busques ayuda lo antes posible. No tienes que luchar solo/a contra estos pensamientos, hay muchas organizaciones, como el Teléfono de la Esperanza, que te pueden asistir.

No tengas miedo ni vergüenza de pedir ayuda, no es una señal de debilidad sino de fortaleza. Reconocer que necesitas ayuda es el primer paso para superar esta crisis y mejorar tu bienestar.

Posterga tus planes

Si tienes pensamientos suicidas, es posible que sientas una urgencia por actuar y acabar con tu sufrimiento. Sin embargo, debes saber que estos pensamientos son temporales y que pueden cambiar con el tiempo y con la ayuda adecuada. Por eso, es importante que postergues tus planes y que te prometas a ti mismo que esperarás al menos 48 horas antes de hacer algo.

Durante ese tiempo, trata de distraerte con actividades que te gusten o que te relajen, como leer, escuchar música, hacer ejercicio o meditar. También puedes escribir tus sentimientos en un diario o en una carta, o expresarlos a través del arte o de la creatividad.

Recuerda que los pensamientos suicidas no tienen el poder de obligarte a actuar, tú tienes un cierto control de tu vida y puedes elegir otras opciones.

Cambia de entorno

A veces, los pensamientos suicidas pueden estar relacionados con el entorno en el que vivimos, que puede ser estresante, tóxico o desfavorable para nuestra salud mental.

En estos casos, puede ser beneficioso cambiar de entorno, aunque sea temporalmente, para romper con la rutina, respirar aire fresco y ver las cosas desde otra perspectiva.

Puedes salir del lugar donde te encuentras, tomar un paseo por la naturaleza, visitar a un amigo o familiar, o incluso viajar a otra ciudad o país. Estos cambios pueden ayudarte a relajarte, a distraerte, a conocer gente nueva, a descubrir otras culturas y a disfrutar de la vida.

Elabora un plan de seguridad

Un plan de seguridad es un conjunto de pasos que puedes seguir cuando tengas pensamientos suicidas, para protegerte y evitar hacer algo de lo que te puedas arrepentir.

Puedes elaborar tu plan de seguridad con la ayuda de un profesional, de un familiar o de un amigo, o por tu cuenta. Algunos elementos que puede incluir tu plan de seguridad son:

  • Una lista de señales de alerta que te indiquen que estás en riesgo de tener pensamientos suicidas, como cambios de humor, pensamientos negativos, aislamiento o consumo de alcohol o drogas.
  • Una lista de razones para vivir, como tus metas, tus sueños, tus valores, tus seres queridos o tus mascotas.
  • Una lista de estrategias de afrontamiento que te ayuden a calmarte y a reducir el malestar, como respirar profundamente, practicar la gratitud, repetir afirmaciones positivas o usar objetos que te reconforten.
  • Una lista de personas o recursos a los que puedas recurrir cuando necesites ayuda, como familiares, amigos, profesionales, líneas de prevención o grupos de apoyo.
  • Una lista de medidas de seguridad que te impidan acceder a medios para hacerte daño, como guardar o deshacerte de medicamentos, armas, cuchillos o sustancias tóxicas, o pedirle a alguien que los guarde por ti.

Fortalece tu grupo de apoyo

Los pensamientos suicidas pueden hacerte sentir solo/a y aislado/a, pero debes saber que hay personas que te quieren y que se preocupan por ti. No tengas miedo de compartir tus sentimientos con alguien de confianza, como un familiar, un amigo, un profesor o un líder religioso.

Ellos pueden escucharte, comprenderte, apoyarte y acompañarte en este proceso. No tienes que cargar con tu dolor solo/a, déjate ayudar por las personas que te rodean.

También puedes buscar el apoyo de otras personas que hayan pasado por una situación similar a la tuya, como grupos de autoayuda, foros en línea o testimonios de supervivientes.

Estas personas pueden ofrecerte consejos, esperanza y comprensión, y hacerte ver que no eres el único que ha sufrido estos pensamientos.

Cuida de ti mismo

Los pensamientos suicidas pueden afectar a tu salud física y mental, por lo que es importante que cuides de ti mismo y que te des el trato que te mereces. Algunas formas de cuidarte son:

  • Seguir una alimentación saludable, que te aporte los nutrientes y la energía que necesitas para afrontar el día a día.
  • Dormir lo suficiente, al menos 8 horas al día, para descansar y recuperar tu bienestar.
  • Hacer ejercicio regularmente, al menos 30 minutos al día, para liberar endorfinas, mejorar tu ánimo y tu autoestima, y reducir el estrés.
  • Evitar el consumo de alcohol, drogas, tabaco u otras sustancias que puedan alterar tu estado de ánimo, empeorar tus síntomas o interferir con tu tratamiento.
  • Hacer actividades que te gusten, que te diviertan, que te motiven o que te hagan sentir bien, como hobbies, pasatiempos, voluntariado o aprendizaje.
  • Ser amable y compasivo contigo mismo, reconocer tus logros, valorar tus cualidades, perdonar tus errores y respetar tus necesidades.

Recuerda que hay esperanza

Los pensamientos suicidas pueden hacerte sentir que no hay salida, que nada va a cambiar, que no hay nada que valga la pena. Pero debes saber que estos pensamientos son falsos y que no reflejan la realidad.

La realidad es que hay esperanza, que las cosas pueden mejorar, que hay soluciones para tus problemas, que hay motivos para vivir. No dejes que los pensamientos suicidas te roben la oportunidad de verlo y de disfrutarlo.

La vida es un regalo, y aunque a veces pueda ser difícil, también puede ser maravillosa. Hay tantas cosas que puedes hacer, tantas personas que puedes conocer, tantas experiencias que puedes vivir.

No te rindas, sigue luchando, sigue buscando ayuda, sigue cuidándote, sigue soñando. Tú eres importante, tú eres valioso, tú eres único. Tú mereces vivir y ser feliz.



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